¿Cómo saber que estamos frente a un déficit atencional? Los
profesores seguramente serán los primeros en detectarlo y darán cuenta de esto
a los padres. La edad clave en la aparición de este déficit es cerca de los
seis años, cuando el niño está entrando a la educación básica, periodo en que
hay más tareas, desafíos, e instrucciones que seguir.
Para tratar el déficit
atencional inatento generalmente se utilizan medicamentos, “lo más probado y
utilizado son los psicoestimulantes como tratamiento de primera línea, aunque
no hay una terapia ni una dosis estándar”.
Sin embargo, “un niño puede ser inatento y no necesariamente generar
problemas en su entorno, ni necesite tratamiento. Muchas veces la terapia
también requiere apoyo sicológico o psicopedagógico, lo que se logra a través
de la intervención de un equipo
multidisciplinario”, agrega.
Los padres, hermanos y
profesores también tienen un rol importante. “Hay que preocuparse de que el
niño focalice la atención, de hacer que nos mire a los ojos, tal vez con
contacto táctil, y finalmente, hay que estar muy seguros de que está
entendiendo y escuchando la instrucción. Esto es válido tanto para la casa
como para el colegio, donde las instrucciones tienen que ser sencillas y
claras. Por ejemplo, ‘tráeme tu mochila’, así, súper conciso. Si les das
muchas instrucciones, probablemente no logre los objetivos. Es importante
destacar las potencialidades, resaltar más lo positivo que negativo. El
niño ya tiene una carga en el colegio, de que no le va bien, de que no le salen
las cosas, entonces siempre hay que motivarlo, resaltar lo positivo y
reafirmar su autoestima”, indica la Dra. Lara.
En el colegio se
recomienda sentar a los niños en las primeras filas, lo más cerca del
profesor posible, pero no frente a una ventana o a un afiche, para que no se
distraiga, y siempre reforzar las instrucciones: tal vez pedirle que le dé las
indicaciones a otro compañero, o también “establecer códigos entre el niño y el
profesor para poder decirle que debe
poner atención sin que el resto del curso se entere”, señala la neuróloga.
•Niños que realizan muchas actividades y no logran
terminarlas.
•Niños que pierden útiles constantemente.
•Niños que olvidan cuadernos, tareas o trabajos.
•Niños de bajo rendimiento académico.
•Niños con dificultad para seguir instrucciones complejas.
•Niños con problemas tanto en la casa como en el colegio.
•Niños que no presentan problemas conductuales graves.
DRA SUSANA LARA
Antes de medicar a un niño, yo primero investigaría qué pasa en los adultos que forman el entorno del niño:
ResponderEliminarhttp://www.elmundo.es/elmundosalud/2007/05/04/neurociencia/1178299355.html
http://www.youtube.com/watch?v=_yBi8VK97nA
http://www.youtube.com/watch?v=j63-8Ac3dh0&playnext=1&list=PLF976C5CA1AB46FF4&feature=results_main
Respecto a lo que dicen estos enlaces, yo puedo dar testimonio:
http://anagabrielabrienza.blogspot.com/p/dificultades-de-aprendizaje-mi.html
Por eso me permito sugerirles un video que va a ser mucho más productivo para el bienestar de los niños, cosa que ningún psicofármaco va a hacer:
http://www.youtube.com/watch?v=-1Y9OqSJKCc
Cordialmente,
Ana Gabriela Brienza