Según
Monfort y Juárez (1997), existen 10 principios generales de intervención
aplicables a los niños disfásicos. Estos son:
- Principio de intensidad y larga
duración: se
trata, esencialmente, de permitir y facilitar el acceso a la comunicación
y al lenguaje a pesar de una deficiencia de base, que suele permanecer a
lo largo de todo el proceso de desarrollo del lenguaje. De este modo, la
intervención debe realizarse en forma intensiva, estable y continua,
especialmente en los primeros años.
- Principio de precocidad: la intervención debe hacerse
de la manera más temprana posible, ya que el aprendizaje se realiza mejor
en su período crítico, mientras más temprano se produzcan los cambios el
niño presentará una mayor flexibilidad cerebral y controlamos de manera
más eficaz las posibles interacciones ineficaces del niño con su entorno.
- Principio etiológico: debe tomarse en cuenta la
familia del niño y hacérsele participar en la intervención, ya que su rol
es fundamental en el desarrollo del lenguaje oral.
- Principio de prioridad a la comunicación: es necesario
mantener en cada actividad y en cada procedimiento de aprendizaje el mayor
grado posible de funcionalidad comunicativa.
- Principio de potenciación de
actitudes:
deben registrarse aquellos aspectos que presentan los mejores niveles de
desarrollo para potenciarlos al máximo, y su utilidad en el proyecto de
construcción del lenguaje
- Principio de multi-sensorialidad: es preferible dar desde el
principio el máximo de posibilidades de éxito al niño y no reservar el
empleo de refuerzos sensoriales aumentativos a los casos que fracasan con
una intervención estrictamente limitada a la estimulación de la vía
audio-oral normal.
- Principio de referencia al
desarrollo normal del lenguaje: los contenidos de los programas de intervención y su
secuencia de ordenación, deben inspirarse en lo conocido sobre el
desarrollo lingüístico del niño normal, siempre que las características
específicas que presenta la disfasia en un determinado caso no indiquen lo
contrario.
- Principio de la dinámica de
sistemas facilitadores: la idea es proporcionar el máximo de ayuda al niño que se
encuentra en dificultades, desde el principio, para luego ir reduciéndolas
a medida que el niño se va independizando de ellas.
- Principio de revisión continua: se debe realizar una
evaluación frecuente de cada caso para adecuar las orientaciones a las
características de éste en cada momento de su evolución.
- Principio de ajuste del tiempo: los datos recomiendan en forma
general un enlentecimiento del ritmo de la interacción y una mayor
claridad en la presentación de las relaciones iniciales entre el referente
y los modelos verbales; esto, no sólo en lo referido a hablar más despacio
y más claro, sino sobre todo alargar los tiempos de espera de las
respuestas.
Completa información. Gracias.
ResponderEliminarOpino que es fundamental que en el aula apliquemos los cuatro principios básicos del nuevo paradigma lingüístico, a saber, Hablar, Escuchar, Leer y Escribir, en un ambiente de comunicación natural, es donde el niño progresa.
Te invito a participar en mi blog y ver algunos cortitos desde donde intento reflejar estas ideas.
Un abrazo desde
http://inclusionenelauladiaria.blogspot.com.es/
Gracias Alicia...cuento contigo...mis mejores deseos!!!Marién.
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