LO QUE LOS PADRES QUISIÉRAMOS QUE LOS PROFESORES SUPIERAN
SOBRE EL TDAH
Escrito por Lisa Gridley (Ontario, Canadá)
Traducido y adaptado por la Dra. Elena Díaz de Guereñu
- Educar
a un hijo con TDAH exige mucho esfuerzo y toda ayuda es bienvenida. Los
profesores tenéis una gran influencia en el concepto que nuestro hijo
tiene de sí mismo; os pedimos que hagáis todo lo posible para ayudarle a
elevar y mantener alta su auto-estima.
- Así
como una persona ciega debe adquirir determinadas habilidades para valerse
por sí misma, queremos que nuestra hija aprenda las habilidades que
necesita para salir adelante en todas las facetas de su vida. Tendrá que
aprender a organizarse, a ser puntual, controlar su conducta, planificar y
completar sus tareas, hacer amigos y conservarlos. Para ello, precisará el
apoyo constante de quienes convivimos con ella, entre ellos vosotros.
- Todos
los estudios científicos confirman que el TDAH no es consecuencia de una
mala educación; podéis estar seguros de que en casa hacemos cuanto podemos
para tratar el TDAH de nuestro hijo. Los estudios insisten también en la
importancia de la coherencia entre el manejo del TDAH en casa y en el
colegio para aumentar las posibilidades de éxito.
- Las
personas con TDAH tienen dotes especiales: mente creativa, curiosidad,
energía sin límites, sentido del humor, audacia, capacidad de liderazgo,
resistencia… A menudo muestran una capacidad increíble en determinadas
áreas: Informática, Matemáticas, Música… A veces, cuando tratamos de
corregir su conducta de nuestra hija, nos fijamos más en sus defectos que
en sus puntos fuertes; hemos de descubrir esos puntos fuertes, para que
consiga sus objetivos a su propio modo.
- El
sistema educativo exige a los alumnos permanecer sentados y en silencio
durante horas, escuchando y haciendo sus tareas individualmente. Es el
peor ambiente posible para una persona con TDAH. No podemos cambiar este
sistema, pero sabemos por experiencia la importancia de comprender qué es
el TDAH y cómo afecta a los niños. Nos encantaría colaborar con vosotros
para establecer estrategias, buscar recursos para solucionar conflictos,
acordar sistemas de recompensas y todo aquello que os pueda ser útil.
- Por
favor, poneos en contacto con nosotros siempre que lo necesitéis, antes de
que los problemas se agraven. Y recordad que nos gusta enterarnos de los
progresos, no sólo de las noticias negativas.
- También
nosotros necesitaremos comunicarnos con vosotros a menudo; no trataremos
de aprovecharnos de la situación, podéis estar seguros. Indicadnos la
mejor forma de contactar; el correo electrónico puede ser muy útil.
- Las
personas con TDAH tienden a malinterpretar las reacciones o comentarios de
otras. Nuestra hija nos puede contar algo que le ha pasado en casa o en el
colegio tal como ella lo ha percibido, pero puede no haber sucedido
exactamente así. Es importante que, antes de tomar decisiones, comprobemos
lo que ha pasado realmente.
- Es
necesaria la comunicación frecuente, no sólo para informar sobre conductas
negativas, sino también para compartir los progresos hacia conductas
positivas. Una persona con TDAH hace un enorme esfuerzo y necesita
estímulos positivos; si sólo reciben reacciones negativas, acabará
rindiéndose. Y también dejará de colaborar con nosotros si percibe que nos
comunicamos sólo para contarnos qué ha hecho mal esta vez.
- El
TDAH no justifica el mal comportamiento, pero ayuda a comprenderlo.
Queremos que nuestra hija se porte bien con los demás, pero necesitará
ayuda y motivación para conseguirlo. Es importante que reciba respuestas
inmediatas, positivas y constructivas. Nuestra hija necesita instrucciones
específicas y modelos de conducta. Si se porta mal, llevadla aparte para
explicarle qué ha hecho mal y por qué (cómo afectó a la otra persona) y
mostradle cómo debería haber actuado. Y no olvidéis felicitarla cuando
veáis que ha mejorado.
- Los
deberes de casa son un quebradero de cabeza para nuestro hijo y para
nosotros, por sus problemas de organización. Por favor, ayúdale a mejorar
en este aspecto; él hará también un esfuerzo y, en todo caso, el TDAH no
servirá como excusa para no hacer los deberes.
- Los
problemas de memoria a corto plazo son otra consecuencia del TDAH.
Insistir en que debe responsabilizarse de recordar las cosas sin enseñarle
cómo hacerlo sólo nos llevará al fracaso y a más frustración.
- El
que nuestro hijo olvide en clase los libros y materiales necesarios para
sus deberes nos produce mucho estrés, a él y a nosotros. Por favor,
ayudadle a organizarse para que salga de clase con todo lo necesario.
Podríamos incluso tener otro juego de libros en casa.
- A
nuestra hija le cuesta recordar varias instrucciones recibidas a la vez.
Por favor, dádselas por escrito para que nos podamos asegurar de que
termina correctamente todos los deberes. Por desgracia, puede llegar a
dejarse esas instrucciones en el colegio, por lo que recibirlas por e-mail
o tener el teléfono de alguien de su clase puede ser muy útil.
- Haremos
cuanto esté en nuestra mano para que nuestro hijo entregue sus trabajos
con puntualidad, pero necesitaremos vuestra ayuda, ampliando los plazos de
entrega si nuestro hijo tiene motivos justificados para necesitarlo.
Nosotros ayudaremos a nuestro hijo a planificar los trabajos, dividiendo
los más extensos en partes, fijando plazos para cada una y comprobando que
se cumplen, pero cualquier ayuda que podáis prestarle en la escuela será
tremendamente útil.
- No
pensamos hacer los deberes por ella; si lo hiciéramos, sólo conseguiríamos
hundir su autoestima y distorsionar vuestra percepción de su rendimiento y
su progreso. Es muy importante que sea ella quien haga su trabajo y
consiga las notas con su propio esfuerzo.
- Vamos
a establecer y mantener un sistema para asegurar que todos los deberes se
entregan en clase. Por favor, fijad una rutina para que os los entregue.
Si falla alguna vez, hacédnoslo saber de inmediato.
- Cuando
una persona con TDAH tiene un profesor que comprende lo difícil y
frustrante que resulta tener este trastorno, el colegio puede convertirse
en una experiencia fantástica, un lugar donde crecer, aprender y sentirse
orgullosa de sí misma. Sin embargo, cuando su TDAH no es entendido, esa
persona se siente fracasada y corremos el riesgo de que acabe tirando la
toalla en el colegio y dedique sus maravillosas energías a actividades
inútiles o incluso dañinas.
Esperamos poder trabajar juntos para explotar las especiales
cualidades de nuestros hijos.
Escrito por Lisa Gridley (Ontario, Canadá)
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