Síntomas para identificar la depresión infantil


Mi hijo tiene depresión? Síntomas para identificar la depresión infantil

 Cada niño es único en su forma de ser, en su personalidad y en la manera de aceptar los cambios que se producen en su vida. Para sospechar que un niño tiene depresión, es necesario conocer muy bien al pequeño y saber qué es realmente normal en su comportamiento.

No hay que apresurarse a sacar conclusiones. Padres y profesores deben estar atentos cuando algún niño presenta alguna de las siguientes características:

- Está continuamente triste, llorando con más facilidad.
- Ha perdido el interés por los juegos preferidos y por la escuela.
- Se aleja de sus amigos y de la familia .
- Presenta una comunicación pobre.
- Se aburre y se cansa con facilidad.
- Presenta menos energía o concentración.
- Está irritable o demasiado sensible frente a pequeñas frustraciones, montando rabietas o berrinches con más facilidad.
- Se le nota extremamente sensible hacia el rechazo y el fracaso.
- Expresa baja autoestima, depreciándose a sí mismo.
- Elige "finales tristes" para sus
cuentos y representaciones.
- Se comporta de una manera agresiva .
- Se queja constantemente de dolores tales como de cabeza o de estómago.
- Duerme demasiado o muy poco.
- Come demasiado o muy poco.
- Sufre una regresión, hablando como un bebé u orinándose en la cama.
- Habla de suicidio.
- Habla de escaparse de casa.

La depresión también afecta a los bebés

Con niños de hasta tres años, las señales para preocuparse empiezan cuando esos niños parecen tristes o decaídos, aún cuando sus padres o sus personas de apego les están consolando. Pueden, incluso, que se peguen desesperadamente a quien se ocupa de ellos o que dejen de comunicarse. La depresión en esos niños está casi siempre conectada con el cambio o pérdida de la persona responsable de su cuidado, o cuando quien les cuida no es capaz de responder a sus necesidades.

La depresión en los bebés se ve reflejada en su estado anímico; esto no quiere decir que el bebé llore siempre porque esté triste, sino que da la impresión de que está apático y sin ninguna iniciativa. Las consecuencias que puede tener la presencia de un cuadro depresivo en el bebé son varias. Puede producir cierto retraso en el desarrollo como el inicio de la marcha más tarde de lo normal, el retraso en el desarrollo del lenguaje, problemas de sueño, somatizaciones frecuentes, enfermedades de tipo infecto-contagioso debido a una disminución de las defensas biológicas y alteraciones en la alimentación que mantienen al bebé en un estado de decaimiento.

Tratamiento de la depresión infantil

No ignores los síntomas de depresión. Presta más atención de lo normal a tu hijo. Juega con él y así te será más fácil hablar sobre sus problemas. Léele libros infantiles con temas relacionados. Dibuja, pinta, construye un puzzle con y hijo y dedícale un momento especial y único con el fin de crear un ambiente más cercano y de confianza.

Hazle preguntas y presta atención a su autoestima. Un niño en edad de escolarización primaria puede llegar a decir "soy tonto". No se trata simplemente de apoyarles diciéndoles que no lo son, pregúntale por qué piensa que es así, si pasó algo en la escuela, etc. Lo importante es indagar sobre lo que piensa el niño. El niño necesita de atención y de interés por parte de sus padres para elevar su autoestima.

Establece y mantén las rutinas. El niño necesita sentirse arropado por una disciplina. Se sienten colaboradores y partícipes cuando se establece un horario para cada actividad. Los "límites" los piden ellos. Por ejemplo: no existe nada más cálido y lleno de afecto como leer un cuento antes de dormir, y encontrarse bien arropado en su camita. De esta forma, estarás diciendo al niño que los problemas no son culpa de ellos, que todo continua como antes y que él es importante para ti.

Evita que el niño tenga estrés. Es necesario reevaluar el calendario diario de actividades del niño. Pregúntate si tu hijo está haciendo demasiadas cosas o le estás sobrecargando de actividades extraescolares. Puede que el niño se sienta cansado y estresado.

Tranquiliza al niño. Estar pendiente sobre el tipo de comida que más le gusta, si duerme toda la noche, si necesita de nuevas actividades y rutinas puede reconfortar al niño y hacerle la vida más agradable.

Busca tratamiento médico. En el caso de que tu hijo empiece a aislarse, a comportarse mal o a hacer comentarios negativos sobre sí mismo, tendrás que confiar en tu instinto y pedir un diagnóstico profesional. Busca ayuda y apoyo psicológico. El diagnóstico y el tratamiento temprano de la depresión son esenciales para el buen desarrollo y crecimiento de los niños. El primer paso es comentar el caso con su pediatra.

FUENTE:Guía Infantil

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