Tratamiento
de la comprensión
– Objetivos. a) Mantenimiento de contacto ocular; b)
Imitación; c) Respeto a los turnos conversacionales; y d) Aprendizaje de
conceptos y comprensión de vocabulario.
– Recomendaciones. Sentarse cerca y a la altura de los
ojos del niño; mantener contacto físico; intentar establecer desde el principio
contacto ocular, pero si no se mantiene, no insistir; hablar lentamente, con
claridad y algo más fuerte de lo habitual; ayudarle con el uso de gestos (por
ejemplo, si queremos que se siente le indicamos la silla y lo llevamos de la
mano hasta ella).
– Contacto ocular. Antes de realizar ningún ejercicio
se le dice: mírame. Se pueden realizar distintas acciones como: hacer burbujas
de jabón cuando el niño nos mire. Luego las hace él (ya que los juegos de
burbujas suelen ser reforzantes por sí mismos); juegos de pelota (lanzarle la
pelota una vez que nos mire), marionetas, etc.
– Imitación. Imitación de modelos: acciones
corporales, movimientos ante el espejo (p. ej., mover la cabeza, pestañear varias
veces, etc.).
– Seguimiento de turnos. Objetivo: comprender la regla
de los turnos. Apilar cubiletes (uno cada uno; decir: ahora tú, ahora yo),
construir torres con cubos, ensartar piezas, poner las manos sobre la mesa...
– Ejercicios de lenguaje. Nombres, verbos de acción…;
calificativos- opuestos: (lleno/vacío…); cosas que van juntas (cuchillo y
tenedor, pintura y pincel…); posesivos: ‘señala la nariz de…’; tarjetas con
acciones: estar de pie, sentarse, levantar los brazos, reír, hacer
cosquillas..., y pedirle reproducción; categorías (tarjetas con un mono, un
perro, un gato y una manzana: ¿cuál sobra?); introducción de la funcionalidad (mediante
mimo, verbalmente, para qué sirve…), inicio de la secuenciación (¿qué viene
después?); preposiciones.
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