Entrenamiento neurocognitivo
El objetivo que persiguen el entrenamiento y la
rehabilitación cognitiva es lograr la mejoría de las funciones mentales, a
través de la ejercitación, tratando de potenciar las áreas más deficitarias
para producir los cambios.
La rehabilitación neuropsicológica debe basarse en una serie
de principios básicos a tener en cuenta a la hora planificar el programa
terapéutico:
– Adaptación del programa de entrenamiento neuropsicológico a
las características individuales, realizándolo de manera periódica y procurando
que resulte dinámico y atractivo para evitar la desmotivación.
– Ejercitación breve y retroalimentación inmediata. Algunos
ejercicios deben ser breves para evitar la fatiga. La respuesta será mejor si
la duración de los ejercicios es más corta, facilitando así la mejor
utilización de los recursos atencionales.
Cuando se realiza cualquier ejercicio de entrenamiento neurocognitivo,
es aconsejable informar al niño sobre el grado de éxito/fracaso obtenido y del
tiempo empleado, ya que este hecho motivará más su respuesta. A medida que
obtenga los niveles de éxito mínimos exigidos, se incrementarán la dificultad y
exigencias.
– Es importante que el programa de entrenamiento neuropsicológico
sea variado, de modo que se usen todos los recursos disponibles, como:
a) Programas informáticos, que facilitan el desarrollo y
recuperación de diversas funciones cognitivas. Permiten graduar la dificultad
de la tarea, modificando la velocidad o el tamaño de los estímulos, la
modalidad de presentación o el nivel de exigencia. Otro aspecto importante de
los programas informáticos es que proporcionan al sujeto una retroalimentación inmediata,
así como la posibilidad de corregir sus respuestas.
b) El uso de diferentes canales sensoriales simultánea y
secuencialmente ofrece una estimulación compleja de la atención y de las
funciones ejecutivas.
Para la implementación de un programa de entrenamiento neurocognitivo
de las funciones ejecutivas, se deben tener en cuenta las siguientes
estrategias básicas:
– Realizar ejercicios de duración inicialmente breves y
luego ir aumentando la duración según la respuesta dada por el paciente.
– Variar frecuentemente las actividades.
– Establecer un gradiente de complejidad creciente en
relación con la evolución del paciente.
– Registrar los resultados obtenidos y compartirlos con el
paciente.
– Crear un ambiente propicio para la situación de entrenamiento
neurocognitivo.
– Si es necesario, establecer períodos de descanso después
de cada actividad.
– Simplificar las instrucciones y reducir la cantidad de
información.
– Proporcionar ayudas verbales y visuales, especialmente cuando
deba cambiar de actividad.
– Evitar las reacciones de estrés .
Intervención
psicopedagógica en el trastorno por déficitde atención/hiperactividad
Luis Abad-Mas, Rosalía Ruiz-Andrés, Francisca Moreno-Madrid, Raquel Herrero, Enrique Suay
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