Un niño con TDAH en edad preescolar puede
manifestar los siguientes comportamientos:
1. Pegar a sus compañeros.
2. Tener una curiosidad insaciable.
3. Excesiva actividad, cayéndose o golpeándose con
frecuencia (y haciéndose heridas, esguinces, fracturas…).
4. No acatar las normas.
5. Tener un juego vigoroso y “bruto”.
6. Presentar inquietud psicomotora (siempre en
movimiento).
7. Parecer torpe (derrama y se le caen cosas, no por
torpeza motora sino por impulsividad y por hacer las cosas “al tun-tun”).
8. Ser insistente y demandante con padres, profesores y
compañeros de clase.
9. Tener rabietas si no se cumplen sus deseos.
Un adolescente con TDAH se puede manifestar por
los siguientes comportamientos:
1. Hiperactividad fina (sensación de intranquilidad
interna, movimiento incesante de pierna, tiene siempre algo en la mano).
2. Los profesores se suelen quejar de que sus trabajos
son “sucios” y “desorganizados” y de que no trabaja.
3. Su rendimiento es menor a su capacidad, principalmente
porque no se esfuerza (evita el esfuerzo mental), no revisa posibles fallos
(entrega los exámenes rápido, cuanto antes mejor) y escribe lo mínimo “para
salir del paso”.
4. En clase necesita que alguien le apoye y le anime a
seguir, no puede trabajar porque deja las tareas a medias.
5. Tiende a cambiar de amistades con frecuencia, y no
tiene un grupo cercano.
6. Llegan a presentar problemas de conducta: faltas de
respeto a profesores, actitud retadora y desafiante, incumplimiento de normas,
etc.
7. Suelen involucrarse en conductas de riesgo como abuso
de alcohol, nicotina o cannabis.
8. A veces también presentan síntomas depresivos
(tristeza, autoestima baja, apatía, desmotivación) y síntomas de ansiedad.
Es importante tener en cuenta que es NORMAL (no es debido
a un TDAH) que en edad preescolar exista hiperactividad, o que en la
adolescencia se pueda estar distraído durante un tiempo por algún problema en
sus relaciones sociales.
Se debe sospechar TDAH cuando los síntomas de intención,
hiperactividad o impulsividad, persistan en el tiempo e interfieran en el
funcionamiento cotidiano: en sus relaciones sociales y familiares, en su
rendimiento académico, en su autoestima, en sus hobbies, etc.
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