¿Se puede vivir sin ilusión?




¿Se puede vivir sin ilusión?


La ilusión puede ser una herramienta útil para vivir mejor e, incluso, como palanca para promover cambios positivos en la persona
  • Autor: Por MONTSE ARBOIX


La ilusión está ligada a las conductas y al comportamiento de las personas. Este término asociado al sueño, la fantasía y a la esperanza va ligado a las emociones, sensaciones, pensamientos y actitudes positivas de las personas. Y, por ello, puede ser una clave para generar cambios positivos en la vida de uno mismo. En este artículo se hace hincapié en cuestiones como qué es la ilusión, si se puede vivir sin ella o qué hacer para recuperarla cuando se ha perdido.
Qué es la ilusión?
Según Lecina Fernández, psicóloga clínica, "la ilusión significa una cosa distinta para cada individuo: en el interior de cada uno ha germinado y crecido una idea de la ilusión asociada a las ganas de vivir que motivan, a proyectos, o a la alegría, entre otros. Por ello, la ilusión implica un conjunto y una sucesión de actos y actitudes tales como: creer en los sueños; sentirse capaz para diseñarlos y hacer real lo imaginado; emprender conductas para perseguirlos; mantener, perseverar en comportamientos para conseguirlos; tener esperanza en lograrlos a pesar de la incertidumbre y de las adversidades; y, además, realizar todos estos pasos con ganas y alegría".
Así, pues, la ilusión invita a la acción, hace referencia al tiempo presente y al futuro, habita en la imaginación y va ligada a emociones, sensaciones, pensamientos y actitudes positivas de las personas. Y, aunque parece que tiene mucha semejanza con la motivación, no es lo mismo. Esta experta aclara que "cuando tenemos ilusión estamos motivados, pero no siempre que estamos motivados tenemos ilusión". Pone como ejemplo que se puede estar motivado por estudiar y aprobar una asignatura, pero no tener ilusión por ella ni estar ilusionado por dedicar la profesión a ella.
Otros rasgos que las distinguen es que la motivación se centra más en el presente, en el ahora, mientras que la ilusión acompaña para construir el futuro. Para estar motivados hay que buscar un argumento, dar explicaciones para suscitar interés para sentirse animado a hacer algo; para estar ilusionados no hacen falta explicaciones, la propia ilusión conlleva el ánimo, el deseo y el argumento. A la motivación le acompaña saber que se obtendrá un premio al final; en la ilusión no se sabe si habrá recompensa, la propia ilusión y el perseguirla es el premio, con independencia de si al final se consigue lo propuesto.

Claves para potenciar la ilusión

Aunque el proceso de potenciar la ilusión conlleva muchos elementos, Lecina Fernández lo resume en tres claves:
  • 1. Potenciar la imaginación. La ilusión habita en la imaginación, que es donde cada uno crea su historia. Cuanto más entrenado se esté en imaginar, más se amplían las posibilidades de la historia de cada uno.
  • 2. Confianza en lograr lo imaginado. Potenciar las capacidades y fortalezas que cada uno posee ayuda a tejer la historia imaginada y a vencer los obstáculos.
  • 3. Pasar a la acción. Para hacer realidad la historia que cada persona se confecciona de su vida, hay que pasar a la acción y ser perseverantes.

FUENTE:http://www.consumer.es/

Comentarios